Un consumo elevado de sodio aumenta la excreción de calcio y disminuye la excreción de citrato a través de la orina, aumentando la aparición de cristales de oxalato de calcio. El consumo de este mineral fija el oxalato de los alimentos en el intestino, reduciendo su excreción a través de la orina.
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Los alimentos ricos en proteína animal, como las carnes y los embutidos, pueden contribuir a la aparición de cálculos renales de oxalato de calcio y ácido úrico, además de colesterol sanguíneo.
Consejos: procure respetar las porciones. En promedio, la cantidad de carne puede ir de 100 a 150 g., tomando como referencia el tamaño de la palma de una mano.
Una dieta rica en frutas y verduras contribuye a la prevención de cálculos renales. El citrato contenido en ellas actúa como inhibidor de la cristalización del oxalato y fosfato de calcio y su excreción urinaria aumenta al mantener una dieta adecuada en potasio, mineral también presente en dichos alimentos.
Se aconseja el consumo de 3 porciones de fruta al día y 4 en el caso de las verduras.
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Es importante mantener un adecuado estado nutricional. Se ha evidenciado que el exceso de peso está relacionado con una mayor probabilidad de generar cálculos renales. El Índice de Masa Corporal o IMC es una fórmula general para evaluar si se encuentra en peso normal, sobrepeso u obesidad.